lunes, 30 de julio de 2012

DIA 16: NADA SE MUEVE

Hoy percibo una quietud extraña en el ambiente; no se mueve ni una hoja de los arboles, hay un silencio absoluto excepto el de mi interior que es como una ese continua; de vez en cuando pasa a través de mi ventana uno que otro pájaro, como queriendo despertar a la naturaleza para que siga su ritmo; hasta los vehículos que hacen un ruido infernal están parados o están en descanso, el cielo esta cubierto por la niebla, en una palabra como se dice, existe un silencio sepulcral y no es que este nostálgica al contrario como diría antes es un día perfecto para mi. Me preparo para hacer mi caminata matinal y lo disfruto; son las 7: 30 de la mañana. Es una de esas mañanas en las que una quisiera quedarse en cama sin mover un dedo, pero como decía mama,” el deber nos llama”.

Me perdono a mi misma por permitir y aceptar olvidarme de quien soy, olvidarme de ser lo que hablo, olvidarme de ser lo que escucho y por lo tanto no tomo responsabilidad y no me doy cuenta que al olvidarme de quien soy no me doy cuenta que también estoy olvidando de lo que hablo y de lo que escucho.

Me perdono a mi misma por permitir y aceptar convertirme en un sistema demoniaco del conocimiento sin darme cuenta que el conocimiento solo me limita y esclaviza y no hace parte de lo que es mejor para todo y todos en unicidad e igualdad como vida.

Me comprometo conmigo misma a seleccionar lo que escucho y pasarlo por el tamiz del discernimiento y así mismo a seleccionar las palabras que hablo ya que me doy cuenta que lo que hablo en voz alta o en pensamientos es lo que soy, es en lo que me convierto.

Me perdono a mi misma por permitir y aceptar repetir como loro mojado el conocimiento de otros sin darme cuenta que con esta actitud estaba afectando a otros seres y convirtiéndolos en lo que yo les transmitía

Me comprometo conmigo misma a estar atenta cuando hablo y darme cuenta que lo que hablo no viene de mi mente como sistema de conciencia, sino del mi mismo de lo que soy como mi principio rector.

Me comprometo conmigo misma a estar atenta a lo que escucho y respirando para que sea el mi mismo lo que soy como vida quien me dirija y no tomar a la ligera las palabras que escucho a si sean de mi boca o de la boca de uno de mis semejantes y pasarlas por el tamiz del discernimiento.

Me perdono a mi misma por permitir y aceptar hablar desde mis pensamientos en lugar de respirar conscientemente para que sea lo que soy como vida quien se expresa a través de mi cuerpo y no el sistema demoniaco del conocimiento.

Me comprometo conmigo misma a vivir la información de Desteni que es un conocimiento que no había sido conocido en este planeta y por lo tanto no es transmitido desde un sistema de conciencia de la mente, sino desde el sentido común y de lo que es mejor para todos como uno e iguales a la vida y por lo tanto es un conocimiento impartido por seres que han vivido la información como uno con ellos en unicidad e igualdad.

Me comprometo a vivir esta información como una conmigo, es decir asimilándola desde lo que soy como vida, no desde el sistema de conciencia de la mente.

Por eso me comprometo conmigo misma a observar las palabras que hablo y así darme cuenta cuando vienen de lo que soy como vida y no desde la mente, para así vivir las palabras que hablo como una conmigo.

Me comprometo conmigo misma a estar de pie y levantarme como las palabras que hablo.

Me comprometo a existir como vida siendo mi propia expresión y mi propia dirección en cada respiro y dándome cuenta que solo existo como vida, “cuando no pienso”.

Me comprometo conmigo misma a estar atenta a cada palabra que sale de mi boca, para no seguir creando/ manifestando como hasta ahora, ser un sistema de conciencia de la mente.

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