Me perdono a mi misma por dejarme poseer por el silencio, un silencio de venganza, un silencio de no contestar por resentimiento. Deje de contestar a preguntas que me hicieron varias veces y al final conteste con ironía, creyendo que mi actitud estaba justificada por el dolor que quise albergar en mi corazón al escuchar palabras que no me gustaron. Yo tengo el poder para elegir como quiero sentirme, ahora veo cada desafío como una oportunidad para aprender.
Me comprometo a rectificar cuando se presente una situación similar; me comprometo a estar alerta y no dejar que el ego me controle.
Me perdono a mi misma por no ser el ejemplo que debo ser para los que me rodean, por haber renunciado al poder que soy como vida y por evadir mi presente, preocupándome por el futuro o culpándome por el pasado. Hoy tomo responsabilidad de lo que soy y corrijo mi presente, lo que me da el poder para manejar mi futuro.
Me perdono a mi misma por hacerme la víctima en lugar de darme cuenta que esta actitud en vez de asistirme y asistir a los que me rodean esta perpetuando las situaciones y experiencias que quiero superar.
Me comprometo conmigo misma a estar más aquí y no dejarme sorprender por los sistemas de conciencia de la mente.
Me comprometo a analizar la actitud de los demás y perdonar cada actitud en ellos y perdonarme a mi misma, por permitir y aceptar que son ellos los culpables de mis problemas o des venturanzas ya que mis semejantes me muestran lo que tengo que corregir.
Ahora elijo no sentirme ofendida por nada ni por nadie.
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