Estuve
recorriendo el castillo y sus aledaños donde la princesa Diana vivió sus últimos
anos y hay una parte donde se puede tener acceso sin tener que pagar, porque es
donde venden toda clase de cachivaches relacionados con los reyes que han
existido y que existen ahora. La otra parte, la más intima, donde la princesa
Diana vivía y dormía, hay que pagar y entonces, deje vagar mi mente calificando
y juzgando.
Así decía en mi
dialogo interno: “tienen todo el dinero del mundo y todavía venden a los fanáticos
sus cachivaches.
Me decía a mi
misma a cada instante; ¡basta ¡ así no es que caminamos el proceso ‘Desteni’ y
cada vez que miraba un objeto, continuaba ese dialogo interior juzgando.
Me ha sucedido
lo mismo, cuando encuentro personas que no están en sus cabales es decir, poseídos
por sustancias recreativas que aquí se ven bastante pero he tenido la
oportunidad de estar más consciente,
De perdonarme y perdonar la actitud y posesión
de ellos, ya que soy una e igual y si permito que su actitud me limite y
controle, estoy contribuyendo a su esclavitud.
Como los
parques son tan extensos, aprovecho que voy con mi hija política y mis nietos,
para perdonar en voz alta esa actitud en ellos, y perdonarme por permitir y
aceptar que me limite y controle, ya que mis nietos están asimilando, como,
cuando y por qué, hay que perdonarse y perdonar.
Entre mis hijos
y yo, estamos dando el ejemplo a mis nietos y cada vez que alguno de nosotros
se descuida, alguno de los niños nos recuerda, que hay que perdonarnos. Lo mismo hace mi nieto en EE. UU. Nos dice: “Perdónate
por esa actitud”.
Me perdono a mi
misma, por permitir y aceptar seguir alimentando los demonios que he creado
dentro de mí como son los demonios de la critica, los demonios que juzgan, los
demonios de la impotencia, los demonios de la lastima cuando veo alguna
circunstancia que no puedo cambiar de inmediato, cuando veo personas atrapadas
en sus propias creaciones, solo me queda acelerar mi proceso y no participar
sintiendo lastima, sino perdonando esa actitud en ellos y perdonándome por
permitir que esa actitud de ellos me limite y controle todavía.
Me comprometo a
que, cada vez que vea a alguien atrapado en esas creaciones, las perdono y me
perdono y me abrazo a ellas, porque se, que me están mostrando lo que todavía me
afecta y controla y por lo tanto, necesito perdonarme y perdonar.
Me comprometo a
estar consciente de no participar en pensamientos, sentimientos y emociones, ‘reaccionando’;
cuando se presente la oportunidad la aprovecho para parar los ciclos en los que
me he mantenido atrapada, por no respirar y vigilar la forma como actúa mi
mente, por lo tanto me mantengo consciente dirigiéndome como mi principio
rector, expresándome como quien soy, como un aprendiz de estar viviendo y no,
lo que me impuse al aceptar y permitir ser dirigida por los sistemas de
conciencia de mente.
Me comprometo a
mi misma a levantarme estando firme, usando mi plena voluntad, mi propia fuerza
y no darme por vencida, hasta convertirme en mi propia voluntad, en mi propia
fuerza siendo así un ejemplo de vida para los que me rodean.
Me comprometo a
mi misma a no dar permiso, a no aceptar nada que no sea lo mejor para todo y
todos en este planeta.
Tengo muy claro
que si reacciono a cualquier circunstancia que rechazo o reprimo, estoy dando
permiso para que los sistemas de conciencia de la mente, que todavía soy, me
controlen y me afecten ya que cuando reacciono, no estoy siendo dirigida por lo
que soy como principio rector y director.
Me comprometo a
seguir cerrando las heridas que siguen abiertas cuando me dejo atrapar por
sentimientos y emociones, ya que así evito que penetre el veneno que ha impregnado
mi cuerpo y por lo tanto no permitir mas al sistema fluir por mi cuerpo.
Me comprometo a
hacer realidad lo que construyo día a día cuando realizo mi perdón con honestidad,
voluntad y constancia, para que desaparezca poco a poco lo que hemos creado en
deshonestidad como nosotros mismos.